viernes, 29 de febrero de 2008

29 de Febrero

No puede uno resistirse a escribir un post en un 29 de febrero, dado que hasta dentro de cuatro años no habrá esa oportunidad.

¿Qué decir? Cuando falta tan poquito no es que haya poco que decir, sino que sobran las palabras, o tal vez faltan cuando tanta belleza y tanta emoción empiezan a acumularse por templos, calles, e incluso en la intimidad de las casas, donde ya crecen túnicas, reposan papeletas de sitio, y duermen sueños e ilusiones reservadas durante 365 días.

Esta recta final, nos entrega esa cuenta atrás de tres domingos, el del cabildo de toma de horas, el del pregón, y…..el Domingo de Ramos. Da igual que le cambiéis las baterías al reloj, las horas están marcadas de manera exacta, y por eso empiezas a sufrir esos síntomas de sonrisa perenne, de alegría compartida, de querer alargar el tiempo, de saborear el encuentro, de recuperar las calles, de ver alargarse las tardes, de querer a Sevilla en definitiva.

Hermano, en este día esquivo que solo da la cara cada cuatro años, échale un vistazo al calendario. Se acaba febrero, y quedan poco más de dos semanas para el Gozo.

Cógete de la mano del alma y vete al encuentro de las señales. No dejes de llegarte por San Jacinto. En la pequeña capilla, la Virgen de la Estrella te tiende sus manos. Bésalas. Estará quedando contigo para el Domingo de Ramos por la tarde
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