domingo, 3 de febrero de 2008

Hermanas nuestras

Lo leíamos el primero de febrero en Diario de Sevilla.

"El Gran Poder debatirá la inclusión de nazarenas antes de que acabe el año
La junta de gobierno ya ha redactado el borrador de las nuevas reglas que se votarán en cabildo extraordinario"


No por trasnochado deja de ser relevante. Las puertas de San Lorenzo por fin van a dejar de tener un cerrojo para nuestras hermanas.


Y lo afirmo con la rotundidad de quien no entiende otra respuesta en un Cabildo de hermanos que no sea la de poner fin a una situación que sigue atascada en algunas Hermandades por una mal entendida tradición.

Creo y confío en que habrá un "SI" que demuestre que el ciclo de las restricciones toca a su fin, que hermanos somos, pero de verdad, en todo y para todo, y que bajo el ruan no somos masculino o femenino, sino hermanos y devotos en siglos de fe a las planta de la VIrgen del Mayor Dolor y Traspaso y su Hijo Nuestro Señor, Padre del Gran Poder.



Sea pues bienvenida este Cabildo en San Lorenzo. Seaamos también libres los hermanos para manifestarnos, como siempre ha sido. Y seamos también conscientes de la importancia de nuestra decisión. Que cada hermano y hermana pueda decidir en libertad si vestir su túnica negra, o buscar el encuentro del Señor de Madrugada. Se que diremos que SI, y que esa afirmación abra, ojalá, otras puertas aun cerradas.


Y es que, como dice un buen amigo: ¿Quienes somos para decidir quien alumbra y pone luz a las pisadas del Cautivo, del Caído, del Despreciado, del Presentado, del Crucificado? ¿Quienes somos, por Dios?