Tanta preocupación por la lluvia, y al final no vino el agua del cielo, sio de rios de devotos que quisieron llevarte a casa, de vuelta a casa.
El sábado por la mañana la Iglesia de la Misericordia estaba cerrada. Ahora esta cerrada y con tu ausencia. Porque has vuelto. La rampa que no bajabas hace cinco años has vuelto a subirla. Tu presencia, Señor, va a darle a los remozados muros del Salvador el calor que ha perdido con el frio de las obras y los trabajos. También volverá el calor de las gentes, de los rezos, de las miradas y los suspiros a tus plantas. Y el calor de los cirios de tus hermanos, del esfuerzo de tus costaleros, de tu gente entregada en la tarde del Jueves Santo para dar la anual lección de plata y belleza.
Has vuelto, Señor de Pasión. Ya esta latiendo uno de los ventrículos del templo. Pronto volverá el Crucificado del Amor. Pronto el corazón del Salvador latírá por completo.
Y a todo esto, la rampa en su sitio, y las manos de la Victoria prestas para los besos, y la Estrella en Santa Ana, y....tanto por vivir y sentir...cuanta vida concentrada en Sevilla.
Ni un mes, hermanos, ni un mes.
