jueves, 7 de febrero de 2008

Me voy al Quinario

Porque estamos de Quinario. En uno y otro rincón de la ciudad son los cultos los que llenan, o deben llenar, la vida de nuestras Hermandades en este tiempo.

Me voy al Quinario porque eso es gran parte de nuestra Cuaresma, el encuentro con las imagenes primorosamente dispuestas en nuestros altares, con sapiencia heredada de culto a Dios.

Muchas filas se llenan en la Funcion Principal de Instituto, pero no tantas cualquier dia de Quinario. Y es una lástima. Porque desde los bancos en silencio de un templo, como San Andrés esta semana, se puede hacer un alto en esta vida de locos, y dialogar sin palabras con el Señor que tiene su mano inerte, pero su dulzura intacta.

Estamos faltos de tiempo de fe, de pausas de oración. Ve por tu hermandad cualquier dia de Quinario. Mira al Señor y a su Bendita Madre. Aun no estan en sus pasos, estan ante ti, y es la misma Cuaresma, si no mas, de los via crucis externos, de los traslados y los besamanos. Alli se participa en la Eucaristía y se proclama la palabra de Dios.

Y te aseguro que se te llena el alma, porque para eso y para no otra cosa vivimos estos Cuarenta días, para que no nos pille el corazón desprevenido cuando venga a ocuparlo Dios mismo allá por el Domingo de Ramos.