jueves, 7 de febrero de 2008

Somos nazarenos.

Lo somos. Irremediablemente. Ya lo dijo el Maestro Burgos. En este tiempo ves pasar a un conocido y le ves cara de nazareno de cola o de capa.

Somos de nuestra túnica, nos gusta bien compuesta y sin mácula. Nuestro antifaz, pintado, y la mano parece que tiene iman para sujetarlo como Dios manda. El escudo impoluto. Bien dispuesto el cíngulo, o el esparto.

Somos hijos de una emocion antigua que se palpa al vestir esa túnica de nuestros amores.

Unos cuantos de esos nazarenos han puesto ese mismo nombre a un rinconcito web. Nazarenos, en plural. Hermanos de fila y tramo. Cirios aun encendiéndose porque el Miercoles de Ceniza se abrieron las puertas, para salir a la Red sin parte meteorológico alguno que los amedrente.

Quieren ser nazarenos por las tortuosas calles de internet. Sevillanos con distinto nombre pero con un sentimiento compartido.

Son www.losnazarenos.org Tienen toda la estación de penitencia por delante. Miran al frente, y su voz no se escucha, pero se lee.

Desde este modesto blog, mucha suerte, hermanos. Adelante la Cruz de Guía y que Dios os bendiga.