Uno contempla el despliegue informativo y la cobertura de prensa sobre la situación de la Hermandad del Resucitado, y no puede menos que reflexionar sobre la imagen que estamos dando.
Esta sensacion de gallinero no es nada deseable porque todos somos los que pagamos los platos rotos de una imagen de desunion y de andar preocupados por cuestioes accesorias al verdareo sustrado de las Hermandades.
Si negar el derecho de toda Hermandad a buscar lo mejor para la corporación, lo que incluye el tiempo y lugar donde realizar estacion de penitencia, como autentito vehiculo de testimonio publico, lo cierto es que hay formas y maneras de mantener la constancia sin llegar al nivel que se esta percibiendo estos dias. Es que ya son muchas cuaresmas en el mismo sentido, y siempre dando la apariencia de desgobierno y de movimiento a impulsos.
Asi no. Rotundamente no. No se pueden echar por tierra las buenas labores ni el trabajo bien hecho de una Hermandad en sus fines propios, apostando para el cambio de dia por manifestaciones, por politicas de hechos consumados, y demas historias demasiado habituales ya por Cuaresma.
No se en que terminara todo, pero urgen acabar con estos arrebatos y pone la cordura suficiente para saber llevar a buen puerto las iniciativas. Estamos a dos semanas largas del Domingo de Ramos y hay mucho, y muy hermoso, que mostrar al mundo, mucho mas que una sensacion de ir por libre.
