sábado, 9 de agosto de 2008

Dios de todos los dias

Hoy es un dia mas de verano. Un caluroso sabado de agosto. Dicen que todo es diferente, pausado, en compas de espera hasta casi la desidia.



Puede ser.



Pero no para Ti. Basta dar un paseo mañanero agosteño y cruzar la Gavidia para entrar en Santa Rosalía a sentarse un rato con el Señor del Gran Poder. ¿Cual es la diferencia ante el Señor? Ninguna. Este Dios Padre e Hijo, nuestro de cada día, esta como siempre, recia su mirada, aguardando nuestras penas y alegrias.



No entiende de silencios agosteños, de ausencias playeras, de grados en el termometro ni de bancos semivacios. Tiene una mirada de consuelo para quien se acerca esta mañana de sabado a verle, como el que queda con un amigo.



En verdad decimos que eres el Dios de todos los dias, Padre Nuestro del Gran Poder. Hoy no son los rios humanos de tantos viernes, son pequeñas gotas de fe postradas ante ti, pero la fuerza siempre es la misma. Las mismas manos, los mismos ojos, la misma tensión, el mismo fuego que arde al sostenerte la vista.



Mayor dulzura no cabe estos dias en Santa Rosalía que en la mirada baja de la Madre del Mayor Dolor y Traspaso. Mientras sigan abiertas estas puertas, hoy aqui, mañana otra vez en San Lorenzo, la fe de Sevilla no se resquebrajará porque tiene sus cimientos en este Dios de los cielos de la tez morena, en este Hijo de Dios de cada día de nuestra vida, que sea verano o invierno, tiene algo que enseñarnos siempre, alguna leccion de sacrificio y vida eterna que te espera cualquier sabado de agosto.