domingo, 20 de julio de 2008

Los valientes de una noche de verano



Este pasado fin de semana de julio, la emocion tenia un lugar señalado hace tiempo en el almanaque: la Aldea del Rocio.

EL Santo Padre, como cada tres años, se encuentra con la juventud del todo el mundo, esta vez en Sydney/Australia. Una distancia lejana que las Diocesis del Sur de España quisieron acortar, citando a los jovenes durante unos dias en El Rocio, para compartir, en la distancia, este encuentro con Benedicto XVI.

El Rocio se ha llenado durante cuatro dias de juventud, de vida, de energia, de alegria, de fuerza ilimitada.




Jovenes de toda Andalucia han compartido y vivido un encuentro con un programa completo de actos, que culminaba la madrugada del sabado al domingo, cuando se encontraban en la explanada de la marisma, ante pantallas gigantes que conectaban con Australia para seguir las palabras del Papa a los jovenes, esos que le insuflan fuerzas para seguir caminando.




He podido presenciar la fuerza de estos jovenes. Tienen esa energia que todos hemos vivido a su edad. Son alegres, llenos de jolgorio...son sin duda comprometidos, son creyentes....pero para mi, son ante todo valientes.


Valientes de corazón, que en este mundo y este tiempo de vida facil y no comprometida, de laicismo mal entendido, de desmemoriadas memorias interesadamente impuestas, de medios abundantes pero poco aprovechados, de frivolidad y trivializaciones.


Valientes que dan un paso, y los que hagan falta, al frente y no se averguenzan de decir que siguen a Cristo y a su Bendita Madre.


Valientes que no han optado por pasar un sabado de copas y borrachera, sino por sentarse en una explanada de albero, con una sonrisa en los labios, entre amigos, a escuchar la palabra de Dios, a cantar plegarias, a compartir lo que el Santo Padre tenia que decirles.


Valientes que han reocrrido kilometros, han pasado calor y frio, y alli estaban, firmes, expectantes, sembrando esperanza.




Los grupos jovenes de las hermandades, la juventud que trabaja en su parroquia, y cualquier joven que levanta la cabeza o da un paso al frente cuando se trata de su fe, son todos autenticos valientes y dejan tras de si el poso de la esperanza, del optimismo, de la confianza en ellos para los años que tiene que venir.

Felicidades a todos, los que en esas noches de verano habeis rezado juntos, pasando de un sofocante calor al frio marismeño.


Bienaventurados por ser valientes. Sois el mejor ejemplo de las palabras que pronuncio el recordado Juan Pablo II, porque no teneis miedo.

Seguid empleando esa fuerza, esa firmeza, esa valentía de la fe de vuestros mayores, en ir por todo el mundo dando testimonio del Evangelio, obviando corrientes malintencionadas y oportunistas.







Gracias por ese testimonio impagable, por esa lección que tuve la suerte de contemplar y admirar.


En 2011 será aún más grande. El Papa vendrá a España. A Madrid. Otra vez los jovenes de esta tierra darán ejemplo de autenticidad.


Que así sea.