domingo, 12 de octubre de 2008

Madre de Dios del Rosario



Quien tenga en su familia o amigos, seres queridos con el nombre de Rosario, sabra a ciencia cierta lo especiales que se vuelven estos dias de Octubre.

Si has crecido oyendo hablar de la patrona de capataces y costaleros a alguien de tu sangre que vestia terno negro para tocar el llamador de su Cristo, hoy en Triana vuelves a encontrar esos sabores de Gloria sevillana y trianera, con tarde entre dos luces acariciando las puertas de Santa Ana, con sones de Tres Caidas y Soleá dame la mano, y un paso alejandose por callejas de siempre, volviendo a ser un poco mas niño, aunque ya lleves a tu hija de la mano, embobada con los tambores.

Por eso Octubre es el mes del Rosario.

Et tu, Regla...


..eres Norte del mio Sur...


Asi lo cantaba el genial Silvio.


Norte del Sur de los creyentes, cualquiera que sea la advovacion que veneremos.


En la calle Orfila sonrien de emocion. Esta semana se ha anunciado la coronacion canónica de su Dolorosa, la Virgen de Regla.


Cuando tenemos conocimiento de un nuevo anuncio de coronación, a estas alturas, asalta el pensamiento de dejarnos llevar por la inercia y decir..:"una mas". La frecuencia del rito puede llevarnos al desinterés.


Sería una lástima. Una coronación canónica, junto al hecho de la distinción, es por encima de todo un instante centrado en rendir honores a la Virgen María. Y un hito señalado en la historia de una hermandad y cofradía, que debe aprovechar para tomar nuevos impulsos, nuevos brios, aglutinar voluntades y salir fortalecida del hecho. No siempre ocurre asi, pero ese debe ser el intento y el camino.


Por eso nunca debe ser una mas. Y menos ahora, cuando soplan vientos de indiferencia, de puesta en duda tantas cosas.


Enhorabuena a la querida Hermandad de los Panaderos. Se que sabran dotar a estas fechas felices para la corporacion del Miercoles Santo, del contenido de culto y caridad que corresponde a un largo camino historico ya recorrido.


Y cuando llegue el dia, no faltaremos junto a Ella.

domingo, 5 de octubre de 2008

Teoria del reloj de arena




Hoy tenemos una tarde preciosa. Es domingo. Es cinco de octubre, y un cielo envidable, teoricamente de invierno, pone techo azul a Sevilla. La breve gloria de un paseo de calles tranquilas te reencuentra con el sueño de un mes de marzo o abril, porque el reloj de arena del tiempo, ese que descontamos grano a grano, mota a mota, nada mas que se cierran las puertas de Santa Marina con los ulltmos compases de Amarguras, ya ha dejado caer la mitad de su contenido, y dentro de seis meses, solo seis, un nuevo amanecer de Domingo de Ramos nos hará temblar de sensaciones y lagrimas del alma.


El reloj de arena de esta vida que es una Semana, como dijo el pregonero, es fiel y constante, a la par que inexorable. Entre su arena escurridiza se queda la vida de muchos cofrades que no llegan a terminar la cuenta de este año, porque su Esperanza, como a Jose Gómez, los llama para darles una vara dorada en la glora de su dulce mirada. Desde aqui el abrazo a su familia y a los hermanos de la Trinidad, que añadirán una emocion mas a la grandeza de su Sábado Santo.





Hoy, cuando solo seis meses nos separan del sueño, no es instante de hablar de otras cosas, tan solo de lo que importa, de la arena que empieza a decrecer en su caida y nos acerca al encuentro cotidiano con el Señor y Su Madre, en las iglesias y capillas, en tardes lluviosas y en mañanas de domingo de paseo con los niños. Asi, cerca de Ellos, la arena sigue cayendo cada vez mas deprisa.


Un cinco de abril será Domingo, como hoy. Pero tendra apellidos. Sera "De Ramos". Cuanta grandeza y cuanta fe se vuelven a acercar entre la arena del tiempo que no nos perdona, que no se detiene, pero que nos regala el encuentro, a seis meses vista, de la certeza de una eternidad de vida que aqui llamamos Semana Santa.