martes, 9 de febrero de 2010

Un hombre bueno

Las cofradias de Sevilla, y sobre todo su Hermandad de la Estrella, han dicho adios a un hombre bueno.

D. Jose Sanchez Dubé se ha marchado de Domingo de Ramos a las alturas, a tener, ya para siempre, la cercania de su Señor de las Penas y su querida Madre de la Estrella.

Poco se puede decir de la vida de alguien entregado a su sentimiento que ya no sepamos. Pero creo sinceramente que es aun mas de admirar su trayectoria, su legado de buen hacer y de entrega, en este tiempo de fachadas y escaparates, de protragonismos y golpes de pecho.

Servir, y no servirse. D. Jose estuvo siempre a la altura de su compromiso con la Iglesia de Sevilla y sus hermandades. Conociendolas profundamente, y trabajando con denuedo por el bien de nuestra fe. Sin querer elogios ni medallas.

Su imagen siempre cercana pero sin afan de protagonismo, debe sonrojar a quienes se acercan con codicia a las cofradias, al cargo, al relumbron.

Ese es el ejemplo, ese es el camino. Herencia de trabajo constante y riguroso. Menos sacar pecho y mas arrimar el hombro.

Una catedra de dedicación por nuestras hermandades es la que nos deja D. Jose Sanchez Dube. Que sirva de permanente leccion, a ver si somos capaces de aprender de lo bueno y valioso que nos dejan las personas que construyen esta historia inmensa de la fe a traves de las Cofradias.

Descanse en paz, D. Jose, y no deje nunca de ser eterno fiscal de cruz. Nos hace falta la memoria quienes supieron el camino que pisaban.