Una tarde parecida a las de primavera para recibir a este misterio trinitario con aires de otros tiempos que no conocimos, y mucho publico para arropar estos quinientos años de camino de fe y esperanza.
La Virgen de la Esperanza, a los pies del Santisimo Cristo de las Cinco Llagas, recorrieron su feligresia en una estampa para el recuerdo.