Directamente creo que a los cofrades nos debe gustar un termino mas de la cuenta. Cuando ponemos alguno de moda, lo abanderamos hasta la saciedad.
Al hilo de los traidos y llevados aumentos de nómina cofradiera, e incorporación de nuevas hermandades, ahora se maneja bastante la idea o concepto de intocabilidad, es decir, de valorar que las nuevas cofradías de penitencia pueden entrar en días como lunes o miércoles, pero no en jueves o viernes porque tal vez son “intocables”. Digo yo que los hermanos de estos dias se sentirán como miembros del equipo de Elliot Ness o algo asi.
Siempre me ha parecido que lo unico intocable de todo esto es nustra fe, la devocion a nuestros titulares, nuestras imágenes y el respeto por lo que hacemos y sentimos. Pero del dicho al hecho hay un trecho y enseguida consideramos intocables desde bandas hasta jarrones chinos. (¿era intocable el tema de las hermanas nazarenas?)
Y todo esto sin dudar que la estética y la conformacion alcanzada en muchas jornadas es idónea para la configuración de días con sabor propio y personal, Pero ojo, es la estetica que yo vivo porque me ha tocado vivirla, como otros conocieron menos dias de la semana santa, cuando ni sabado lunes o martes eran dias procesionales.
Soy consciente de que no es facil dar giros, mover piezas, pero también de que la misma historia nos da lecciones de que se pueden hacer cosas, importantes, notorias, y no pasa nada, y la grandeza de las hermandades, sus hermanos y sus dirigentes hacen que mas que cambio sea mejora y crecimiento del testimonio devocional que debemos poner en la calle.
¿Son intocables jueves y viernes santo? No tengo la respuesta, pero es sencillo y rápido para mi decir que si, que son dias con cofradías antiguas y sello definido para jornadas clásicas, no solo en Sevilla, sino en toda la cristiandad. Y veo razonable incluso que se sopese la idea de conservar un esquema que tiene su peso cofradiero. Ahora bien, tampoco es un cataclismo valorar que hermandades que en su tiempo histórico ocuparon esas jornadas pudieran volver a las mismas, como la Vera Cruz sin ir mas lejos ¿Ese cambio es un cisma? Claro que no. Ni tampoco lo es sentarse a valorar alteraciones de orden que a todos pudieran convenir, que sin duda las hay y que no se abordan porque todavía hay quien piensa que si se cambia de sitio puede parecer algo asi como una derrota o una imposición.
Por otro lado no vamos a negar los derechos adquiridos por la historia, iuris o factum. Que la antigüedad es un grado cofradiero parece claro, pero el numantinimo a contracorriente como argumento de salida es, al menos, exagerado. Las hermandades han tenido ocasiones de firmar concordias, de tomar itinerarios que les hacen dar mas de una vuelta de camino a casa…..y todo por el bien propio y de las demas cofradías, de la devocion y de la ciudad, dando ejemplo de saber estar y hacer.
Señores, defiendan a sus cofradías, a sus hermanos y su historia, pero haganlo con la altura de miras de pensar tambien en el todo. La historia cofradiera nos da clases de que no se para el mundo si movemos piezas para que el ensamble sea mucho mejor. Y es que , al final, la historia cofradiera no se escribe solo un mes de octubre, ni uno de marzo. Gracias a Dios son muchos siglos a cuestas.
Al hilo de los traidos y llevados aumentos de nómina cofradiera, e incorporación de nuevas hermandades, ahora se maneja bastante la idea o concepto de intocabilidad, es decir, de valorar que las nuevas cofradías de penitencia pueden entrar en días como lunes o miércoles, pero no en jueves o viernes porque tal vez son “intocables”. Digo yo que los hermanos de estos dias se sentirán como miembros del equipo de Elliot Ness o algo asi.
Siempre me ha parecido que lo unico intocable de todo esto es nustra fe, la devocion a nuestros titulares, nuestras imágenes y el respeto por lo que hacemos y sentimos. Pero del dicho al hecho hay un trecho y enseguida consideramos intocables desde bandas hasta jarrones chinos. (¿era intocable el tema de las hermanas nazarenas?)
Y todo esto sin dudar que la estética y la conformacion alcanzada en muchas jornadas es idónea para la configuración de días con sabor propio y personal, Pero ojo, es la estetica que yo vivo porque me ha tocado vivirla, como otros conocieron menos dias de la semana santa, cuando ni sabado lunes o martes eran dias procesionales.
Soy consciente de que no es facil dar giros, mover piezas, pero también de que la misma historia nos da lecciones de que se pueden hacer cosas, importantes, notorias, y no pasa nada, y la grandeza de las hermandades, sus hermanos y sus dirigentes hacen que mas que cambio sea mejora y crecimiento del testimonio devocional que debemos poner en la calle.
¿Son intocables jueves y viernes santo? No tengo la respuesta, pero es sencillo y rápido para mi decir que si, que son dias con cofradías antiguas y sello definido para jornadas clásicas, no solo en Sevilla, sino en toda la cristiandad. Y veo razonable incluso que se sopese la idea de conservar un esquema que tiene su peso cofradiero. Ahora bien, tampoco es un cataclismo valorar que hermandades que en su tiempo histórico ocuparon esas jornadas pudieran volver a las mismas, como la Vera Cruz sin ir mas lejos ¿Ese cambio es un cisma? Claro que no. Ni tampoco lo es sentarse a valorar alteraciones de orden que a todos pudieran convenir, que sin duda las hay y que no se abordan porque todavía hay quien piensa que si se cambia de sitio puede parecer algo asi como una derrota o una imposición.
Por otro lado no vamos a negar los derechos adquiridos por la historia, iuris o factum. Que la antigüedad es un grado cofradiero parece claro, pero el numantinimo a contracorriente como argumento de salida es, al menos, exagerado. Las hermandades han tenido ocasiones de firmar concordias, de tomar itinerarios que les hacen dar mas de una vuelta de camino a casa…..y todo por el bien propio y de las demas cofradías, de la devocion y de la ciudad, dando ejemplo de saber estar y hacer.
Señores, defiendan a sus cofradías, a sus hermanos y su historia, pero haganlo con la altura de miras de pensar tambien en el todo. La historia cofradiera nos da clases de que no se para el mundo si movemos piezas para que el ensamble sea mucho mejor. Y es que , al final, la historia cofradiera no se escribe solo un mes de octubre, ni uno de marzo. Gracias a Dios son muchos siglos a cuestas.